sábado, enero 12, 2008

Los tipos de solitarios o las múltiples formas de buscar el amor

Siempre estamos tras el ansiado equilibrio emocional y por lo tanto tras la tan sobrevalorada felicidad. Felicidad que se debería lograr a través del ya caduco amor. El amor que se cree solo es posible lograr a través del desprestigiado sexo. No siempre el sexo es con afecto. Muchas veces es más parte de la lujuria que de la ternura.

Dentro de esta vorágine de ansiedades por encontrar el camino y dejar atrás la oscura soledad, la especie humana se divide en cuatro tipos de solitarios:

El nunca solo: Hay un tipo de ser humano que nace con una carencia natural. Este defecto congénito es no poder vivir sin que alguien que lo ame. El amor como un medio de sobrevivencia. No importa la belleza ni el sexo. Esta tara no distingue formas. Si este tipo de especie busca amor y no lo encuentra, su vida es un calvario perpetuo. Busca en las relaciones una solución a su desesperación. Pero si esta persona llega a encontrar el amor y es traicionada, no hay dolor sino solo muerte. Este espécimen tiene tendencia al suicidio emocional permanente.

El porqué solo: Este tipo de personas son las que nacen con la natural inteligencia emocional. Nunca juegan a amar y nunca aman. Nunca buscan estar solos y cuando lo están lo disfrutan. Una especie sin stress emocional ni ansiedad sexual. Sin embargo, este poco riesgo a la tristeza hace que casi nunca encuentren el amor verdadero. El amor onírico que quizás no exista. Digo quizás. Este espécimen solo traiciona por sentido común, pero también es muy proclive a ser engañado. Nunca llora por amor, pero tampoco se emociona por una ilusión.

El anti solo: Un espécimen que vive de la seducción y el egoísmo. Persona que le huye a la soledad a través del encanto. El mayor placer de este tipo de especie es conquistar al otro sexo. Subestima a la soledad y se ríe de ella. Cree que ha encontrado la felicidad en aquellos instantes casi orgásmico del flirteo exitoso. Su estándar de felicidad está medido por el sexo y no por el amor. Es un adicto a la masturbación emocional y cree haber encontrado el amor en el apareamiento. Traiciona siempre y odia ser traicionado.

El siempre solo. Tipo de ser humano que vive con la orfandad del amor. Quien vive su soledad con placer y realiza en sus sueños las felicidades más cinematográficas. Este raro espécimen solo abre su inconciencia en una o dos oportunidades de la vida. Lapsus mentales en los cuales camina en la tierra con la esperanza de encontrar sus sueños. Es un tipo de persona que busca en las relaciones la solución a su carencia de amor planetario. Necesita ser amado infinitamente. Solo ama una vez y solo deja a su pareja tras la muerte. Nunca traiciona y puede morir de amor si es traicionado.

¿Qué tipo de solitario eres tu?

A continuación el extracto de un mail que recibí hace ya varios meses, en donde este extraño tipo de ser humano intenta crear una nueva forma de interrelacionarse:

“Para no hacernos mas paltas mejor será que sea explicita. Para bien o para mal, yo no busco una relación formal o no formal, seria o no seria, llamala como quieras, no busco nada. De encuentros bonitos, ocasionales, divertidos, cómplices y especiales no paso. En buen cristiano no me engancho con nadie, no espero nada de nadie y espero que no esperen nada de mi”

Espeluznantemente racional e intuitivo, pero condenada al fracaso. Ese mundo ideal no existe.

4 comentarios:

Diario de una soprano dijo...

Ese mundo ideal no existe definitivamente, pero es el que muchos construimos para no ser lastimados. Interesante post.

camila25 dijo...

He sido muchos de esos "solitarios" que describes durante mi vida. Y al final siempre terminamos alardeando de ser como el último tipo que describe esa chica anonima del mail. Ironicamente la idea es dejar de ser solitario no????? se podra ?

Unknown dijo...

ahora lo llamaré el anti solo. Buena descripción. Buen post. Patty

Unknown dijo...

Me gustó tu clasificación. Auqnue creo que hay subclasificaciones, o combinaciones entre esas categorìas... Yo sufro de dos de ellas, pero no diré cuales. Je.
Lo que sí creo es que sin emoción, sin la experimentación emocional, no hay vida; hay una línea recta que define la ausencia de sentimientos, la "flat line" de cuando uno llega a la muerte.