viernes, julio 13, 2007

Cómo me veo muerto

El avión Lan Perú, que venía de Cusco con destino a Lima, se estrelló este mediodía en los andes de Huancavelica. Según reportó la propia línea aérea no hubo sobrevivientes. Entre los pasajeros estaba un periodista de esta casa editora.

Las miradas tiesas de todos esos desconocidos. Un alarido que despertó los gritos. Un gran ‘crash’ que hizo todo fuego. Este es el fin. Hay gran alivio en mi corazón. Ya se que moriré. Siento una presión en mi estomago. Es emoción egoísta. Todos llorarán y yo aquí feliz a punto de ser solo una mancha de sangre. Respiro rápido, más rápido. Los gritos se vuelven una gran bulla que es solo silencio.

Aprieto mis puños. Reviento mis dientes. Me como la lengua. Volteo los ojos. Rompo mi columna. Atoro el aire. Seco mi cerebro. Nada. Blanco, no negro. No hay color, es un color sin color. El olor es de incienso lacrimógeno. No me puedo parar pero estoy levantado. No levito pero no peso. No camino pero me muevo. Todavía vivo pero no respiro, no lato, no muero.

La noticia llegó por la radio. Mi mamá se desmayo, mi papá no pudo con la noticia. Mi hermano se encerró en el baño. Mis amigas lloraron demasiado y mis amigos votaron lágrimas en soledad. (Yo también te quiero brother). Yo ahí tieso y pálido, con la boca semiabierta.

Por Dios, que alguien cierre mi boca y que me cambie de corbata. Por que me pusieron terno el día de mi funeral, si nunca use uno. Mejor hubiera sido mi casaca negra y mi bufanda de colores. Hay gente que nunca pensé que llorarían por mi. Creo que lloran porque tienen miedo que les pase a ellos también.

Mamá. Duerme. Mírame, no estás soñando aunque sueñas. No llores, no sufras, no mueras. El dolor te quema la garganta, te inflama el corazón y te lleva a la sin razón. Mamá no sufras, déjame ir y no regresar. Te quise tanto que alumbraría tus sueños de por vida, pero no podría morir.

Tu. No llores más. Yo se que me amabas, me adorabas, me anhelabas. Yo siempre te amé y fue la última persona en que pensé antes de… De verdad lamento no habértelo dicho (en realidad vuelto a decir). No haber arriesgado. No haberte traído de regreso. Se que te fuiste por amarme demasiado. No sufras más. Yo lo haré por ti. Hice todo lo que quise hacer. Maté a todos los que debí matar. Y a pesar de amar tanto nunca supe amar.

No hay comentarios.: